La inyección de material es un proceso de fabricación aditiva (AM) en el que las gotas de resina líquida se depositan selectivamente a través de cabezales de impresión de inyección de tinta y se solidifican mediante la exposición a la luz ultravioleta (UV) para construir un objeto 3D sólido.
Otro proceso de fabricación aditiva, la fotopolimerización en cuba, también funciona mediante el curado selectivo de resinas de fotopolímero líquido con luz. Sin embargo, mientras que la fotopolimerización en cuba cura selectivamente la resina en un tanque de retención, la inyección de material utiliza cabezales de impresión para dispensar resina y, al mismo tiempo, curarla. Tanto la inyección de material como la inyección de aglutinante utilizan el mismo tipo de tecnología de cabezal de impresión, pero mientras que la inyección de aglutinante deposita el adhesivo líquido en otro sustrato, la inyección de material deposita los materiales de construcción que componen la pieza final y sus estructuras de soporte.
La inyección de material se considera uno de los métodos más precisos de fabricación aditiva. Capaz de imprimir en capas de menos de 20 micras de espesor, la inyección de material es conocida por crear diseños CAD con detalles finos, alta precisión y superficies lisas. Desafortunadamente, este nivel de fidelidad puede requerir mucho tiempo debido a la cantidad de capas. Esto se puede compensar un poco mediante el uso de varios cabezales de impresión simultáneamente para construir sobre una mayor superficie. Los cabezales de impresión adicionales también permiten el uso de múltiples materiales y colores en un solo diseño.
Estas características hacen que la inyección de material sea ideal para modelos realistas, prototipos visuales o hápticos, herramientas y fundición. Sin embargo, debido a las características de los fotopolímeros curados, el proceso no suele recomendarse para imprimir componentes funcionales o portantes.
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